¿Por qué este libro?
Revisé la lista de libros que me he leído, y que aún no
había puesto mi opinión en redes, y no tenía muy claro por cuál continuar.
Hasta que se me ocurrió que, el mismo análisis que hacía a una novela
desconocida al leerla, podía intentar hacerlo de la que yo había escrito, Caféy tarta. Y digo intentar porque la intención es dar una opinión con toda la
objetividad que pueda, sin olvidarnos que al final la he escrito yo y que no sé
lo imparcial que puedo llegar a ser (a todas las madres sus hijos les parecen
los más guapos, pues pasa lo mismo con las novelas que escribes).
Sinopsis.
Lo +
Creo que uno de los grandes puntos fuertes de la novela son
los personajes y las relaciones que se establecen entre ellos.
Por un lado tenemos a Elena y Jaime, los protagonistas
indiscutibles de la historia. Dos personas muy diferentes pero que se
complementan muy bien y que, sobre todo, y para mí lo más importante,
evolucionan a lo largo de la obra. Ambos parten en un punto y, tras un año, han
evolucionado y cambiado, sin perder la esencia del personaje. Intenté que fuera
un cambio paulatino, poco a poco, y que se viera orgánico. La razón por la que
lo hice así es porque me agotan los personajes que, de un día para otro,
cambian y superan todas sus barreras. ¡Todos somos humanos! ¡Incluso los
personajes de las novelas! Si llevas comportándote de una forma durante años,
no puedes pretender cambiar de un día para otro; este cambio es mucho más
lento, y justo eso intenté transmitir en la evolución de Elena y Jaime.
Por otro lado, tenemos a los personajes secundarios. No sé
si te ha pasado alguna vez que, cuando lees una historia, llega un punto en el
que te confundes con los secundarios y no sabes quién es quién, ¡porque a mí me
pasa! Y no solo te hablo de obras en las que encuentras decenas de personajes
(que me parece lógico que los confundas), sino también en las que solo aparecen
dos o tres, pero son todos tan similares que no logras diferenciarlos bien.
¡Pues esto era algo que tenía muy claro que no quería que pasara en mi novela!
En este caso tenemos dos chicas y tres chicos. Voy a lo
fácil: de ellas, una es amiga de Elena y otra compañera del trabajo de Jaime; una
es la amiga incondicional que te ayuda a esconder un cadáver si es necesario, y
la otra una mujer dramática y teatral. Fácil de diferenciar, ¿verdad? Luego, de
ellos: uno es heterosexual y sus conversaciones giran en torno a encontrar
pareja, y los otros dos son gays; además, entre estos dos, uno habla con mucho
amaneramiento (siendo muy fácil de identificar) y el otro no. También fácil de
diferenciar, ¿no crees?
De manera que uno de mis objetivos, que era que se viera con
claridad quién era quién, creo que lo cumplí. Pero también había una segunda
parte importante, ¿qué aporta cada secundario? ¿Qué papel juega en la historia?
Ayudar a los principales en su evolución. ¡Por supuesto que también hay una
parte de dar humor a la historia y aportar cierta gracia! De suavizar algunas
partes, pero lo principal es que ayudan a Elena y Jaime, que creo que eso
es lo que tiene que hacer un amigo: decirte cuándo la estás cagando, pero
también ayudarte, ser tu confesor y recordarte que la vida puede ser maravillosa.
Lo –
No hay una trama como tal. No hay un disparador de la
historia como suele haber en otras novelas.
En el prólogo se presenta a Elena y Jaime y se plantea la
duda de cuál es la relación que existe entre ambos. Este sería el hilo
conductor: averiguar, por medio de pequeñas pistas que se dan en los capítulos,
qué hay entre ellos. Creo que estas no son demasiado evidentes, pero tienen la
potencia suficiente para querer saber más.
Por ahora, de los que me han dado su opinión de la novela,
muy poquitos dijeron haber acertado.
¿Recomendaría?
¡Claro que sí!
Creo que tiene muchos ingredientes para que guste: toda la
novela transcurre en una cafetería, absolutamente toda; cada capítulo es una
escena que sucede en un día y a una hora (salvo un día que ocurren dos escenas),
lo que la hace rápida de leer; de cada una de esas escenas se habla de un tipo
de tarta diferente; y los diálogos creo que son buenos (es uno de los puntos fuertes
que me han dicho que tiene).
Además de todo esto están las relaciones entre los
personajes. Porque al final no es una novela sobre tartas o sobre dos personas.
Es una historia que habla de relaciones. No solo de la forma de relacionarme
conmigo mismo, sino también con mis amigos, con las demás personas y con mis
sueños. Y cómo, esto, me hace ser mejor.
¿Algo a mejorar?
Usé en las descripciones alimentos en lugar de colores (ojos
color menta, pelo chocolate), ya que me parecía que pegaba con la temática de
la cafetería y de las tartas; pero es cierto que creo que tendría que haberlo
exagerado o potenciado un poco más. Cargarme absolutamente todos los colores y
sustituirlos por cosas que tengan que ver con la alimentación. Es cierto que a
lo mejor habría sido demasiado para algunos lectores, pero, como contrapunto, también
creo que habría sido un añadido a la narración.
Opinión:
¡Cómpratelo! ¡Hazte una café, ponte una porción de tarta en
un plato y empieza a leer! Porque tendrás momentos amargos, como la vida, igual
que un buen café caliente, solo e intenso; pero también tendrás momentos
dulces, también como la vida, iguales que dar una cucharada a un espumoso trozo
de tarta.
Si lo has leído, te agradecería que me dejases tu opinión en
los comentarios (aquí o en redes sociales), y si no te lo has leído, ¿a qué
esperas?
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