¡Sigo vivo!
Ha sido un tiempo de ausencia, estando desaparecido
y apartado de esto, ¡pero ya he vuelto!
No es que me hayan secuestrado o abducido o algo
así, nada de eso. El motivo de mi ausencia ha sido por culpa del trabajo o,
mejor dicho, gracias al trabajo. De todas formas vuelvo a estar por aquí y
seguir hablando de libros, películas, videojuegos y de todo lo que se me
ocurra.
En futuras entradas os hablaré de un poquito de
todo esto y mucho más, ya que hoy quiero hablaros de Los Descendientes.
Sigo con la revisión, leyendo, corrigiendo y
leyendo más y más. Si os soy sincero ―como siempre hago ―, me está llevando más
tiempo del que esperaba en un primer momento. Creo que ya lo he repetido alguna
vez, aunque eso no quita que siga estando igual de ilusionado que el primer
día. Una cosa es el proceso creativo que supone escribir un libro, que es mucho
más dinámico, y otra es el proceso de corrección o revisión. Cosa que esto
último me parece muy curioso ya que, leyendo por diferentes foros y páginas, he
encontrado autores que el proceso de revisión les parece lo más aburrido de
escribir una novela (yo soy de estos), mientras que otros están encantados y maravillados con
hacerlo. Supongo que aquí influye mucho la forma de ser de cada uno de
nosotros.
Si nos vamos a mi caso particular, ¿en qué
consiste una revisión?
Pues bien, tú tienes tu manuscrito, limpio, puro y
virginal, esperando ser publicado, cuando se lo mandas a la editorial. Allí, tras
echarle un vistazo (en mi caso se leyeron todo el manuscrito enterito) te hacen
la oferta de publicar con ellos y firmas el contrato (todo esto es un poco más complicado
aunque no entraré hoy en detalles). Al hacerlo se te asigna un editor o editora
que, junto con diferentes personas, se ocuparán de “mancillar” tu manuscrito.
Habrá algunos que le inviten a cenar para hacerlo todo como más bonito,
mientras que otros irán sin contemplaciones. En mi caso, por ahora, la Editorial Khabox y Fabián han invitado
al manuscrito a cenar, me han pedido mi consentimiento y aún no les he pillado
infraganti en la cama, así que todo va bien.
En este proceso, lo que se suele hacer es, en
primer lugar dar una lectura general, anotando aquellas cosas generales que hay
que revisar. En mi caso sobre todo temas de ortografía, gramaticales y detalles
así, aunque también han entrado a algunas descripciones y a señalar algunos
puntos a modificar. Esto me lo envían a mí y soy yo el que hace los cambios.
Esto es importante.
¡SOY YO EL QUE HACE LOS CAMBIOS!
El editor en ningún momento modifica el libro ni
cambia nada sin mi consentimiento. Solo señala algunas cosas que cree que hay
que cambiar y soy yo el que toma las decisiones. En algunas cosas sí que tenía
razón y las he modificado, mientras que en otras hemos hablado para llegar a un
acuerdo sin que se pierda la esencia de lo que se quiere contar. Recalco esto porque
puede parecer que los editores cortan, quitan y pegan a voluntad y, en mi caso,
no está siendo así. Todos los cambios los estoy haciendo yo.
Entonces, volviendo al tema, ahora mismo me estoy
ocupando sobre todo de las líneas de diálogo, las sangrías, comillas y una
serie de cosas así que, no parecen muy importantes, pero lo son. Mientras que,
por otro lado, estoy cambiando algunas descripciones y el orden de algunas
secuencias. La idea de esto es que el libro quede más fluido y más enlazado
todo, de manera que los que ya os habéis leído el libro, ¡no os preocupéis! La
esencia sigue siendo la misma, solo que lo estamos mejorando un poco.
Y por ahí estoy. Más adelante, según vaya
avanzando la revisión, os iré contando los siguientes pasos y el proceso.
Así que muchas gracias a todos por leer esto y
espero vernos pronto.
Un saludo.
Mario Sanca
Ánimo, hombre, que al final, cuando todo acabe y vuelvas a leer la novela verás que el esfuerzo ha valido la pena.
ResponderEliminarSaludos!!